La primera vez que entré al Autodromo Municipal (como se llamaba en ese entonces), fue en el año 1969 y lo vi ganar al "troesma" Eduardo Copello con la liebre II... desde ese día nunca más dormí sin soñar con pisar ese asfalto.
Unos años después, (1974) con la ayuda de mi viejo, que no era justamente un millonario, me pude subir a un F-5 chasis de Perri y motor Zanella, que al año siguiente fue un Lady F-5 con el mismo motor potenciado por Kissling. Después vino un kart M101 con motor Parilla y al final (cuatro años después) el Curso de Jorge Omar Del Río que me deposito en un Tulia 12 de la Formula 4 con motor Renaul 850 que me permitió compartir pista con Ángel Guerra, Eliseo Salazar, y otros proceres de la epoca.
Pero el sueño duró poco... más de un motor roto, y los esfuerzos económicos de mi viejo (desmedidos para su bolsillo y que ponían en serio riesgo la economía familiar), truncaron mi incipiente carrera deportiva.
Nunca más pude entrar al Autodromo... como un adicto al juego cerca de un casino o un alcohólico frente a un bar, el pasar cerca de la Av. Roca y sentir un escape libre y a 6000 rpm, me daba taquicardia y me hacía sentir una frustración y una abstinencia que me hacía daño.
Las fotos quedaron archivadas, el casco Bell me lo robaron un día del baúl del auto, y todo terminó...
En el 98 o el 99 (no recuerdo bien) volví para ver la F-1 y el glorioso 1-2 de Ferrari, pero más allá de la alegría sentí nuevamente la angustia de lo que no pudo ser...entonces , volví a "no volver"...
El tiempo pasó, otras actividades ocuparon mi vida, y pude canalizar mis necesidad de adrenalina y aventura en la náutica (pero esa es otra historia), hasta que me encontré con el Doc con quién nos conocíamos desde la facu, y me invitó a formar parte del grupo TFK.
Hoy después de haber sido reconocido como un par, quiero decirles que gracias a ustedes volví al asfalto que pensé no pisaría nunca más, a sentir el olor a motor caliente y goma quemada, a sentirme como a los veinte, porque lo importante no es la cantidad de HP y la velocidad final sino el sentir la vibración en el culo, la transpiración en el casco, y el dolor en los brazos.
Le agradezco a Sergio el haberme invitado, al resto de los componentes del grupo por haberme aceptado, a los que van adelante mío (muchos) por permitirme ver lindas carreras, y a los que van atrás (alguno que otro de vez en cuando) por ayudarme a no salir ultimo siempre...
Bueno eso nomás... Disculpen la lata pero estoy seguro que nadie puede entender esto que les cuento como ustedes, que bueno podr compartirlo...
Un abrazo y nos vemos la próxima (espero que "San Copello" me ayude y en el sorteo no me toque otra "Pizza" como la del sábado)
Jorge "Maorí" Correa (Piloto TFK num. 18)
NOTA:
Que decir, emocionante, está es la mejor carrera que ganamos aquellos que organizamos estos pequeños eventos, es de todos y esta vez me tocó vivirlo a mi como pasará con otras categorías y sus pilotos. Lo unico que me queda como reflección es que la persona que vive con tanta pasión algo como lo hace Jorge, su meta siempre será el EXITO!!!!
Enrique Rodolfo MKANNA
Presidente TFK
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